4 típicos consejos que malinterpretamos

El aprendizaje en cualquier campo relacionado con la música o el tratamiento de audio es algo que prácticamente nunca se deja de hacer, de lo contrario, estarías programando tu sentencia de muerte, ya que es un sector muy competitivo en el cual cada día alguien lo hace mejor.

Por suerte o por desgracia tenemos un montón de contenido en internet que nos puede ser de utilidad, pero a veces nos puede resultar ser un inconveniente más que algo psositivo para nuestra formación.

Existen varios “típicos consejos” en la producción y postproducción de audio que se comparten desde que tenemos uso de razón, pero que no siempre se aplican o se entienden como es debido. Vamos a verlos.

Usa tus oidos

 

Qué significa: Es el indicador final de cómo suena algo. No dejemos que ningún sistema de medida (analizador espectral, Vu meter…) determine algo crucial en nuestra mezcla por encima de nuestros oídos. Si aplicamos +20dB’s en la banda baja de frecuencias de un sintetizador seguramente estemos cometiendo un error garrafal, pero si suena bien, ¡dejémoslo!

Cómo lo malinterpretamos: Para saber usar bien tus oídos primero hay que entrenarlos, escuchar mucha música fijándote en las mezclas de las canciones, siendo capaz de saber diseccionar cada tema que analizamos separando todos o la gran mayoría de los instrumentos y pistas que se usan, será un buen indicador de que empezamos a tener un oído hábil para analizar objetivamente una mezcla.

No  intentes arreglar algo que está mal hecho

Qué significa: por más que seamos unos grandes postproductores algo es obvio, la clave está en la materia prima, ya podemos tener grandes aparatos para tratar el sonido que si tenemos una vocal mal grabada, en malas condiciones o con un micrófono mediocre, no vamos a solucionar nada.

Cómo lo malinterpretamos: la realidad se resume en que, si trabajamos con músicos, no estarán al 100×100 cada vez que grabemos con ellos, no interpretarán el tema a la perfección en caso de que no lo hayan ensayado cien veces, lo más seguro es que no dispongamos del mejor estudio, de los mejores instrumentos y del mejor equipo de micrófonos del mercado. ¿Significa por ello que no debemos intentar solucionar los pequeños fallos para conseguir un mejor resultado? No.

Es el oído, no el material

Qué significa: La habilidad del usuario es más importante que su equipo.

Cómo lo malinterpretamos: Está claro que obtendremos gran diferencia si comparamos un micrófono de 100 euros a uno de 5000, o material de posproducción analógico en vez de digital, también es harto importante saber usarlos bien. A lo que se refiere este consejo es que no necesitamos un estudio de un millón de euros para conseguir resultados profesionales, tampoco esperemos conseguir resultados top con un equipo extremadamente básico. Como en todo, hay que buscar el equilibrio adaptado a cada uno de nosotros.

No hay reglas

Qué significa: Cuando hablamos de cosas artísticas, hablamos de creatividad, y para ello no existen pautas escritas a seguir a raja tabla para conseguir buenos resultados, experimentar y probar son de las cosas más productivas que podemos hacer en nuestro estudio.

Cómo lo malinterpretamos: No hay reglas, entonces no tenemos que saber nada, solo ponernos manos a la obra y para adelante… No, que no hayan reglas no significa que no hayan varios principios que habría que respetar, nadie está obligado, pero adherirse a ello ayuda realmente.

A parte de encontrar los diferentes principios que tiene cada género (por ejemplo la importancia de presencia de según que instrumentos en función del genero que estemos trabajando, no es lo mismo mezclar un bombo en EDM que en Pop), hay varias reglas técnicas que SI hay que respetar como, la saturación, la fase el headroom… Al fin y al cabo todo esto es sentido común.

Conclusión

Si usamos estos consejos correctamente: Querrá decir que seremos personas con ganas de mejorar con los recursos que tenemos disponibles. Experimentamos con los resultados y analizamos con nuestros oídos y criterio para determinar que funciona y que no. Creamos soluciones, no excusas.

Si usamos estos consejos incorrectamente: Querrá decir que hacemos lo que nos da la gana sin invertir el tiempo ni el dinero en hacerlo correctamente, y si algo sale mal le echamos la culpa a una tercera persona.