El pasado domingo 17 de marzo pudimos asistir a la inauguración de la nueva temporada de Brunch -in The City en Barcelona, la cual fue celebrada en el mítico espacio del Parc del Forum.
No es la primera vez que esta fiesta se aventura a dejar su espacio original, el Poble Espanyol, para celebrar alguna de sus fiestas, y esta vez no ha sido una menos.
En base a mi propia experiencia vivida con esta fiesta en diferentes ubicaciones puedo añadir que pese a estos cambios han sabido mantener la esencia de esta organización y convertir este estilo “nómada” en un valor agregado a la experiencia de cada uno de sus eventos, ya que ha conseguido romper la monotonía y seguir obteniendo lo que esperas de una fiesta de este tipo.
El domingo no llegamos precisamente pronto a las puertas del evento, por lo que nos encontramos un más gente de lo normal esperando para entrar, aún así, la organización de esta fiesta, la cual ya lleva un tiempecito de experiencia dentro de este sector, hizo que estuviéramos dentro en cuestión de pocos minutos, algo que se valora enormemente en eventos de este tipo donde se aglomeran miles de personas.
Nada más entrar accedemos al stage principal, un gran letrero a base de bombillas incandescentes que recuerda a los antiguos letreros de las entradas de teatro de Nueva York en los años 50 en el cual colgaban una especie de tiras de tela que llegaban hasta la parte anterior del dj booth, una forma de salvaguardar la zona de actuación junto al backstage un tanto original.
Todo esto estaba ubicado bajo los grandes paneles solares del Parc del Forum los cuales venían genial para conseguir un espacio algo más protegido de agentes atmosféricos pero sin renunciar al aire libre, las múltiples columnas que sostienen este techo pueden ser de más o menos agrado para los asistentes, personalmente me recordaron al festival italiano Kappa FuturFestival.
Soy muy de visitar varias veces el baño en este tipo de eventos, así que la primera vez que me acerqué a la zona de WC’s portátiles me hizo gracia ver que el segundo escenario estaba justo al lado, de echo podías prácticamente estar haciendo tus cosas mientras seguías sintiéndote dentro de la fiesta, parte positiva para aquellos que respetan a las personas de su entorno, no tanto para aquellos alterados que necesitan relajarse un poco cuando visitan este tipo de baños, los cuales suelen estar masificados de personas a ciertas horas de la tarde.
A pesar de ser una fiesta relativamente corta en cuanto a duración, a ciertas horas de la tarde es normal que te de algo de hambre, sobretodo si has comido pronto y llevas desde el medio día fuera de casa preparándote para ir al evento. Tanto Brunch como el anterior Piknic electronic han sabido cuidar mucho esta necesidad, ya que han sabido salir del típico frankfurt y hamburgesa que encuentras en la mayoría de fiestas o festivales diurnos de este tipo.
Casi siempre que he asistido a un evento de esta marca recuerdo ver comida de todo tipo, internacional y de calidad. Debo decir que es una de las pocas fiestas donde realmente he sentido que no me estaban robando con la comida, algo muy, pero que muy típico en cualquier festival o fiesta del estilo.
Esta vez me sorprendió ver más foodtrucks de lo que había visto en anteriores ediciones, entre uno de ellos, un puestecito con comida tailandesa regentado por una gente, aparentemente del lugar, muy simpáticos. Decidí por comerme un Pad Thai, algo que no había vuelto a probar desde que visité Tailandia hace 2 años, y realmente puedo decir que estaba muy logrado.
¿Precio? 6 euros un contundente plato, en Tailandia costaba 1,5€ aproximadamente, pero para ser Barcelona y un evento de este tipo me pareció incluso barato para la calidad y cantidad que me estaban ofreciendo.
Recuerdo tener otras opciones como burgers, con muy buena pinta, por 9 euros. Por esta parte chapó por la organización, por cuidar este aspecto como cualquier otro y no intentar timar a los consumidores aprovechando la necesidad de no tener otra opción donde acudir.
Después de mi cena en horario “guiri” volví al mainstage donde empezaba a mezclar un Marcel Dettmann, directo de Berghain con un set bastante más animado y bailongo de lo que esperaba en base a su discografía y algún que otro set escuchado previamente.
Sin más, comentar que para mi, esta ubicación ha sido una de las más acertadas junto a Jardins de Joan Brossa (Brunch -in the Park) ya que mezclar fiesta, buen ambiente y vistas al mar hace que la experiencia sea mágica. Si aún no habéis ido a algún evento de esta marca y este verano estáis por Barcelona, os recomiendo encarecidamente asistir a alguna de sus fiestas.
¡Nos vemos en la próxima!