¿Ecualizar o comprimir primero?

Esto es una de esas preguntas frecuentes la gran mayoría arrastramos durante toda la vida, y que al final, se acaban solucionando como muchas otras, usando el sentido común.

No obstante, para ello, es necesario conocer las bases de esto y ver varios ejemplos reales de cómo y dónde usaríamos cada forma de trabajar pueden ayudar a tener las cosas más claras.

Hoy voy a explicar varios puntos a tener en cuenta antes de escoger un camino u otro, y cual es la forma que, al menos yo, uso y me va bien.

Vamos a ello.

Productores novatos afectados por el exceso de información en internet.

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¿Quitamos o ponemos?

Primero tenemos que identificar que tipo de EQ necesita nuestro audio.

¿Es un bombo o un bajo y necesitamos eliminar algunas bandas graves (filtro low cut) para evitar una buena “pelota” de los mismos?

Hemos grabado una vocal y la cantante se ha marcado el ritmo con el pié (no se podía estar quietecita la amiga…) y tenemos un ruido grave constante sonando a unos 400Hz?

Para ello, necesitaríamos quitar frecuencias, usaríamos una ecualización sustractiva.

¿Qué hacer entonces?

Cuando aplicamos la ecualización sustractiva “por necesidad” más que por querer enfatizar alguna banda frecuencial o simplemente dar más color yo opto por comprimir después de haberla realizado.

Primero conseguimos arreglar, limpiar, sanear (y demás verbos varios muy frecuentes en internet) nuestro sonido y luego le damos uniformidad con nuestro compresor.

Nota: Muchos compresores tienden a adelgazar nuestros sonidos, y por ello, quitarle fuerza a nuestros graves, podría darse el caso de que con un mismo compresor solucionásemos ambos problemas, aún que a gusto personal prefiero dividir tareas y tener un mejor control sobre las mismas.


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¿Tenemos transitorios en nuestro audio dando guerra?

Otros instrumentos como las percusiones, claps, snares, o hi-hats pueden ser percibidos de una forma molesta puesto a que contienen un nivel de energía notable en bandas de frecuencia medias y altas, y con ello, portar transitorios no deseados.

Pongamos un ejemplo.

Tenemos nuestro clap el cual tiene un transitorio en la banda frecuencial de 2K, podemos aplicar un compresor con un ataque lento (para no perder la pegada en frecuencias altas que nos brinda este tipo de instrumentos percusivos) y después aplicamos una EQ, en este caso, aditiva, añadiendo ganancia en esa banda de 2K para compensar la energía perdida.

Si en este caso hubiésemos empezado con la EQ añadiendo ganancia a los 2K (para colorear) conseguiríamos engañar al compresor haciéndolo actuar cuando no le toca, ya que el compresor se dispara por picos de volumen, lo que nos llevaría a una mala compresión y ni mucho menos acabaríamos controlando esos transitorios.

Nota: hay otras formas más de controlar estos transitorios, pero he querido explicar únicamente el método que tiene más relación con el tema principal que estamos tratando.

Conclusión

Como decía al principio de este artículo, sentido común, conocer nuestro sonido de origen, y tener claro por que ponemos esa EQ o compresor (que queremos conseguir), de esta forma tendréis mejor resultado y tendréis menos dolores de cabeza que si os centráis en buscar “el modo correcto”, ya que esto, en música y audio pocas veces existe.

Este ha sido mi pequeño análisis y opinión, espero haber podido dejarte algo más claro acerca de cuales son los puntos a tener en cuenta antes de tomar una decisión como esta.

Si tienes alguna pregunta no te cortes en dejarla escrita en los comentarios, te responderé lo antes posible.