Hoy vamos comentar algunos pasos a tener en cuenta a la hora de mezclar música, consiguiendo que nuestro tema EDM consiga un nivel RMS final algo más elevado. Pese a que hay que quitarse de la cabeza el típico concepto de que el volumen final del mastering es directamente proporcional a la calidad de este, cosa que no es así, si es cierto que sobretodo en el EDM se espera de por si un nivel bastante alto, lo que para el público será el “volumen” y lo que para nosotros será el nivel final de “RMS*”. Aquí unas ideas para mezclar música con más volumen.
Si no sabes que es el nivel RMS, no pasa nada, te lo aclaro aquí en un momento.
Empezamos con el arrangement
A veces tendemos a pensar de que a más pistas tiene un proyecto, más volumen cogerá al final, eso es erróneo, salvo que seas un crack en la post producción de música de este tipo.
Es verdad que la música EDM tiende a tener más pistas que un tema más underground (ojo, estoy siendo generalista, no significa que siempre sea así), pero si buscamos un tema que nos funcione y suene bien (volvemos al EDM), habría que limitarse en tener una buena idea principal (que sea “enganchosa”) y conseguir hacerla con el menor número de pistas posibles, de esta manera nos será más fácil post producirlo (mezclarlo y masterizarlo) consiguiendo un nivel RMS más alto sin tocar la zona de clipping, y como no, nuestra salud mental nos lo agradecerá mucho también.
Incrementa la presencia de los elementos “graves”
Una de las técnicas que se usa en mezcla para dejar un tema listo para masterizar, es que su nivel final no pase de X decibelios (-6db, -7db en mi caso personal), recordemos que esto no son las reglas de oro ni que todo el mundo lo hace así, ni tú debes por que hacerlo, pero es una forma que usamos muchos productores y suele funcionar.
Lo que vengo a decir con esto, es que para dejar ese espacio de -7db hasta 0dbs (el cual se llama headroom), debemos ajustar niveles de todas la pistas para conseguirlo.
Uno de los elementos que más “ocupa” el espacio de este headroom son los elementos graves (bajo y bombo), si lo que buscamos otra vez, es un volumen alto final, habrá que controlar estas frecuencias graves para que dejen suficiente espacio.
Un truco muy interesante es trabajar sobre la parte armónica de estos elementos, que quiero decir con eso…Para el ser humano le es más fácil recibir las frecuencias medias-altas con más claridad que las bajas, entonces, si tenemos una línea de bajo que nos ocupa desde los 50hz – 300hz, si con un EQ atacamos a la zona de 250-300hz (que es la parte donde suena ese “crispeo” de ese sonido) conseguiremos que ese bajo sea más receptivo por el oyente, es como un “engaño” auditivo. Por eso muchas veces no es recomendable usar ondas “sines” las cuales no suben de los 100hz, si no hay después un elemento que cubra la parte de estos 200-300hz.
Eso sí, siempre con sentido común, el subgrave debe estar presente y no lo podemos dejar de tener en cuenta.
Sidechain
Si usamos sidechain algo más agresivo de lo normal, conseguimos tener aún más espacio para el bombo, eso hará que tengamos más pegada en este, nos permitirá aumentar en volumen un poco más las pistas con este tipo de compresión o ajuste de volumen (sidechain) y conseguiremos una mayor sensación de energía.
Brillo
Tal y como antes hemos comentado, percibimos las frecuencias medias-altas mejor que los graves. Entonces, otra idea que podemos tener en cuenta es el tratamiento de esta banda de frecuencias media-alta. Con ello, daremos color (o brillo) a estos instrumentos que nos están dando “pegada” y conseguiremos mayor sensación de volumen.
Cuidado con esta técnica, porque estás a solo un paso de conseguir un brillo agradable a uno irritante, así que habrá que ir con cautela con el ecualizador y excitadores de señal.
Bus auxiliar Bombo/Bajo
Algo que también se suele hacer con bastante éxito (tanto en el EDM como en el underground) es enviar tanto el bombo como el bajo a un canal auxiliar, donde en el cual colocaremos un compresor. La compresión externa de ambos hará que tengamos estos dos instrumentos mejor compenetrados entre sí, sonando la mezcla final más limpia (en lo que bajas frecuencias conlleva), y nos dará un poquito más de headroom, ese “espacio” del que antes hemos hablado, para poder apretar un poquito más en la cadena de la pista master (masterización).