Cuando hablamos de monitores de campo cercano (Nearfield) debemos tener en cuenta varias premisas importantes si no queremos tirar el dinero. Aquí unas pautas para escoger monitores de estudio.
ESCOGE LOS MÁS ADECUADOS PARA TU SALA
Muchas veces todos tendemos a tirar de lo grande, unos monitores grandes, un ordenador grande… todo grande. En este caso, el tamaño si importa, pero todo dependerá de dónde vayas a trabajar. Los monitores de estudio deben adaptarse al tamaño de tu sala. Es decir que si tu estudio está dentro de tu vivienda y no es excesivamente grande, tendrás suficiente con unos de entre 5 y 8 pulgadas (dicha medida representa el tamaño de su cono de graves).
ADÁPTATE A TU PRESUPUESTO
Otro error típico es gastarse más dinero de lo que te puedes permitir. Sal a comprar y encuentra la opción que se ajuste a tu sala y a tu presupuesto, no te será necesario gastarte 2000 euros sobretodo si eres relativamente nuevo en esto. Más que nada, por que si en el caso de que tu sala no contara con material de acondicionamiento acústico, tampoco estarías aprovechando al cien por cien esos dos mil euros en altavoces. Prioriza el material que necesitas realmente, antes del que te gustaría tener.
TIRA MILLAS
Una vez tengas tus altavoces instalados ponte a escuchar música lo antes posible para poder adaptarte a ellos y ver como responden en las diferentes bandas de frecuencia. A parte de tus monitores, lo que interferirá a tu percepción del sonido será, por ejemplo, la colocación de estos, la magnitud de tu sala, material de tus paredes (en caso de no tener acondicionamiento), la distancia que estén a ti (entre tus monitores y tu cabeza deberías formar una especie de triángulo equilátero), así como tu interfaz, también será determinante para la potencia que nos ofrecerán nuestros monitores.