Una de las preguntas más recurrentes que ronda las cabezas de todo aquel que empieza a producir es: ¿Qué DAW usar para producir música electrónica?
Este es un artículo algo diferente a los de la mayoría, ya que salgo de un entorno objetivo y entro en mi más sincera opinión. Hoy os quiero a explicar los motivos del por qué me decanto por Ableton Live y mi experiencia habiendo pasado por varios softwares de producción musical del mercado.
Antes de nada, aclarar que no tengo ningún tipo de patrocinio ni programa de afiliación con la gente de Ableton, si notáis que hablo un poco bien de él, es por que soy un fan absoluto 🙂
1. Tiene una interfaz más Zen que el jardín del Dalai Lama
Sencillez, pulcritud, minimalismo y vanguardismo son las primeras impresiones que recibo al abrir este software, tiene la usabilidad de una App de móvil y potencia digna de un estudio más que profesional.
Pese a que empecé a producir con FL Studio la impresión que, al menos yo, tuve cuando abrí por primera vez Ableton Live fue que el aprender a usarlo sería cosa fácil una vez entendiera el concepto y la manera de trabajar que tiene
Y que menos que eso, bastante difícil es aprender a crear música electrónica como para andarse haciendo cursos para aprender a usar solamente el programa!!
2. Flujo de Trabajo
Otro de los aspectos que más me llaman la atención y que cada día agradezco más es, como decía anteriormente, su usabilidad, una vez entiendes el concepto de cómo está estructurado y te acostumbras a él (en caso de venir de otro DAW) el comportamiento del mismo es de lo más natural que he probado, en pocos clicks conseguimos gran parte de las tareas comunes que necesitamos para desarrollar nuestra idea.
Por otra parte, la amplia integración de controladores MIDI y el poder mapear prácticamente cualquier funcionalidad de nuestro software a los mismos hace que el proceso de creación así como el de postproducción sea una tarea de lo más amena.
3. Rendimiento (y como NO usar tu ordenador, mi experiencia)
Has escuchado alguna vez a alguien decir… “Produzco en este DAW y luego exporto pistas y mezclo en este otro”… Pues yo he sido uno de esos, y te aseguro que es un auténtico coñazo.
No hay nada peor que ir navegando entre DAW’s por que una vez exportadas las pistas para mezclar te has dado cuenta de que olvidaste poner tal efecto en tal sitio. Solución: centralizarlo todo.
Con esto no digo que no podamos crear un tema de principio a fin con otro software que no sea Ableton Live, pero esta opción a mi me ha facilitado mucho la faena.
Dejé mi FL Studio 9 hará unos 3 años, y fue a la fuerza, usaba Windows y por entonces un software que no me permitía utilizar los 64bits de mi sistema (con la nueva versión, el FL Studio 12, si podemos, no obstante sigue sin estar para Mac Os) y este se empezaba a quedarse corto para mis producciones.
¿La solución que tomé? ¡Comprarme un Mac! Y tonto de mí seguí con ese FL Studio trabajando sobre BootCamp* Maaaaal…. Tremendamente mal, estuve medio año así, es decir, 6 meses desaprovechando mi nuevo ordenador.
Desde mi humilde opinión… ¿De que te sirve disponer del estable sistema operativo de Apple si luego le pones Windows y sigues trabajando a 32 bits con FL Studio 9?… Cosas de novatos influenciados por Martin Garrix… Por suerte, aquí tienes mi experiencia y si te encuentras en una situación similar espero te sirva 🙂
Así que después de probar Logic y Cubase para Mac Os, me quedé con Ableton Live, funcionando a 64bits y aprovechando los 16Gb de RAM de mi máquina y la estabilidad de Apple y Ableton, otro mundo.
*BootCamp: software para funcionar Windows en Mac OS
4. Pues no, no importa el DAW
Como habrás podido comprobar, este artículo ha sido únicamente de opinión, mi experiencia y mis preferencias quizás se asemejen a las tuyas o quizás todo lo contrario.
Lo que vengo a decir con esto es que te dará más resultado buscar lo que realmente necesitas en función de tu situación.
No tienes que comprarte un Mac, ni tienes que ir corriendo a la tienda a comprar todos los módulos de RAM y procesadores que encuentres.
Si estás en un momento de indecisión, prueba todos los DAW’s que puedas y quédate con el que te resulte más fácil trabajar, y no pierdas el tiempo preguntando a treinta personas y escuchando todas las opiniones de la gente para transformarla en la tuya, por que acabarás loco.
Al final, todo esto es más fácil de lo que parece, quien hace que a veces parezca más complicado somos nosotros.
Y vosotros, ¿Qué DAW usáis? ¡Dejádmelo en los comentarios, quiero saberlo!
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